Por: Ricardo Gil Otaiza
XLVIII
eres llama ignota en la noche de
los tiempos, contigo renace a
cada momento la conciencia del
ahora y el anhelo del mañana,
tu luz perenne gravita en cada
ser y como halo de estrella eres
guía y camino, milagro y azar,
presencia y destino
en ti vibra el mundo y en cada
latir te haces uno y muchos, lle-
vas contigo el gen de la memoria,
nada escapa a tus designios; tu
heredad es huella profunda, pie-
dra cincelada por los siglos, voz
ancestral que deviene y se hace
eco entre nosotros
eres el mismo y otro a la vez, el
cambio es tu signo, todo queda
y se va y en esta dicotomía se
abre dentro de ti el universo, y te
expandes en la nada, entre el ayer y
el mañana, y como náufrago en la
orilla te asombras, exhalas un suspiro,
echas a andar de nuevo barriendo los
pasos, cargando sobre ti la historia
Tomado de mi poemario inédito Lumen El fuego interior
0 Comentarios:
Publicar un comentario