Un arte de vivir. Por Ricardo Gil Otaiza - Revista Actual ULA

 


Un arte de vivir 
Por: Ricardo Gil Otaiza 

Resumen

Desde el género ensayístico se ahonda en la noción del cuerpo como lenguaje universal, así como desde su articulación e interacción consigo mismo y con los otros (el todo y las partes), lo que permite una visión integral de la persona como individuo y como sociedad, que vaya más allá de lo biológico y utilitario (cosificación de la condición humana) para adentrase en el terreno de la Ética. Se plantea así, bajo la concepción moriniana del pensamiento complejo, un arte de vivir, que busca la conjunción de principios y de valores que conduzcan a la hominización del ser y a la conquista de un mundo mejor, en el que sea posible la paz, el desarme y la misericordia como piezas claves para la construcción de la verdadera vida.

Palabras Clave: Cuerpo, arte de vivir, ética.

“La reforma de la vida es, en primer lugar,
la conquista de un arte de vivir.”
Edgar Morin.
La Vía. Para el futuro de la humanidad
Morin, Edgar. (2011). La Vía. Para el futuro de la humanidad, p. 247.

A mi esposa e hijas

Todos nuestros actos están determinados por una ética; incluso aquellos que contradicen su noción en nuestras vidas. Así como lo es en lo individual, en lo atinente a mi persona, resulta también esencial en los otros, es decir, en lo social. Desde muy niños se nos inculcan valores y esa introyección deberá darse en la medida en que busquemos asirlos, hundirlos en lo más profundo de nuestro ser, asimilarlos en nuestras vidas como lo hacemos con el oxígeno que respiramos o con los alimentos que ingerimos. Ahora bien, ese hiato que se abre entre la persona que conoce los valores, pero no los ha internalizado en lo más recóndito de sí, es la diferencia entre la ética como mera abstracción intelectual (aquella que es colgada en pancartas y vallas que rezan unos principios y unos valores que nadie cumple) y el ethos, como forma de entender y de vivir una vida signada por el respeto y la solidaridad con el otro.

Con ethos se quiere decir otra cosa: no, en primer término, una doctrina o un sistema, sino la interna actitud fundamental, moral y ética de un hombre que se rige de acuerdo con determinadas normas y reglas cuyo criterio es la conciencia, es decir, una actitud fundamental que en el fondo determina todo su comportamiento. Y a favor de este ethos vale la pena preguntarse: ¿Qué es lo que realmente ha de determinar mi actitud ética fundamental?
Küng, Hans. (2002). ¿Por qué una ética mundial?, p. 27.
Es por ello, que podemos tener existencias perfectamente ancladas a un arte de vivir, o simplemente deambular en los espacios íntimos y sociales como si hubiésemos sido puestos sobre este planeta (o emergido de él, como creemos algunos), sólo para satisfacer a ultranza hasta el último de nuestros caprichos, independientemente de si nos llevamos a todos por delante. La conjunción de esto se entenderá así como la resultante exponencial de un comportamiento individual, que se hace compartido, y que marcará la diferencia entre un colectivo sano, armonioso, en un equilibrio casi osmótico, y una sociedad enferma de odio y de arbitrariedad, en la que cada cual deberá salvar su pellejo a costa de los otros.

Para que toda esta noción tenga un sentido y una lógica no bastará sólo con el deseo y con el propósito de enmienda, como lo plantean algunas religiones, sino que deberá darse un auténtico salto cualitativo que busque transformar nuestras vidas a lo interno (persona, familia y entorno), y que esto se multiplique hasta hacerse parte de nuestra manera de entender lo que soy, y lo que implican los demás en mi cotidianidad. Mi existencia sin la asunción de la alteridad, es una gran mentira. Se requiere entonces que la concepción del yo se erija también en un nosotros, y así de esta manera podamos comprender lo que significa la vida en sociedad, en conjunto, en la que cada cual sea interdependiente, sin que esto implique esclavitud, sumisión o vicio.

La concepción del yo que interactúa con los otros en esa dinámica que se hace en sí misma un arte (el de la vida), parte desde un cuerpo orquestado bajo una visión integradora, que busque articular lo disjunto (visión simplista del Ser) hasta alcanzar una auténtica interrelación entre sus partes. La visión simplista de la existencia se conjuga de tal manera en nuestra mente, que terminamos por creer...

Los invito a continuar leyendo este segmento de la revista en formato PDF a través del siguiente link (continúa en la página 154):

>>> Un arte de vivir. Revista Actual ULA. 

También pueden entrar al Repositorio de la Universidad de los Andes en donde se encuentra alojada la revista Actual Divulgación, y allí conocer y descargar todos los contenidos.



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