Por: Ricardo Gil Otaiza
II
navegar entre sombras y solo
hallar espectros alrededor. El
crujir de la madera, el latir
de un perro; el correr del río. El
rumor del viento en los cristales
es de voces acompasadas de un
alma sumergida en pena
mirar por doquier y solo hallar
el eco detenido de una vida que
se hizo niebla. El paisaje se
borró en bruma y la ciudad se
fue tras un hombre a caballo
¿en dónde está aquello que alguna
vez llamamos vida? ¿Para cuál
recodo se fue la esperanza? ¿En
dónde se encuentra el sendero para
el día después?
Navegar entre sombras y solo
hallar espectros alrededor. La lumbre
oxidada; la pátina en los muros;
el goteo incesante de un grifo. El
sonido del silencio delata a cada
instante que la vida puede también
ser callada
Tomado de mi poemario inédito Lumen El fuego interior
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