Por: Ricardo Gil Otaiza
XXXVI
todo es misterio, comenzando
por la vida, venir de la nada y
volver a ella es más de lo que
merecemos. Estar y no estar es
solo una pausa en el camino, es
abrir los ojos al asombro y con
asombro volverlos a cerrar
ser en medio del mundo es en sí
una proeza, pero yace en cada uno
como huella indeleble. Vamos
abrazando afectos y emociones, y a
cada paso que damos construimos
castillos de arena
el tiempo es escabroso invento,
pero lo tenemos contado, a su pa-
so va dejando ceniza y olvido. Nada
eternece bajo el sol, aunque los
sueños vuelen con el viento; aunque
la lumbre encienda después de mil tor-
mentas y nuestros ojos se extasíen en el
insondable universo. Todo está de paso
en este mundo, pero es hermoso creer
que será para siempre
Tomado de mi poemario inédito Lumen El fuego interior
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